Eres lo que comes, el poder de la nutrición
Eres lo que comes, ¡qué palabras más ciertas! La dieta puede afectar a diversos aspectos de tu salud, tiene el poder de influir en gran medida en la estructura, diversidad y composición de tu microbiota intestinal.
Es importante comprender que existen factores del estilo de vida, como la influencia nutricional de la microbiota intestinal que pueden ayudar a mejorar tu bienestar digestivo. Una dieta equilibrada y variada es uno de los aspectos más esenciales. Es importante el tipo de alimento, ¡y la forma en que lo preparas!
Un plan de comidas repleto de alimentos muy procesados con azúcares añadidos y sal puede alterar el equilibrio microbiano y se ha relacionado con dolencias gastrointestinales, así como con trastornos más graves como la obesidad, la diabetes y las cardiopatías.
«Tu organismo es un templo, pero solo si lo tratas como tal». Astrid Alauda
Comida saludable, intestino saludable
Comer sano y alimentar bien a tus «amigos microbianos» es fácil y rico. Solo necesitas seguir algunas reglas:
1. Elige una dieta rica en fibra
Las fibras alimentarias, en gran medida, no son digeribles por nuestro aparato digestivo y no contiene calorías, pero es un valioso alimento para los microorganismos del intestino. La fibra alimentaria solo se encuentra en alimentos a base de plantas, por lo que tu menú debe incluir verduras, frutas y cereales integrales.
2. Prueba alimentos fermentados
Los alimentos fermentados como la col encurtida, el yogur o el kéfir son una excelente fuente de bacterias lácticas y, por tanto, son muy beneficiosas para el intestino.
3. Haz del agua tu bebida preferida
Bebe, como mínimo, 1,5 litros al día, ¡o más! El agua y otros líquidos pueden ayudar a descomponer los alimentos y ablandar las heces, lo que puede evitar el estreñimiento. Bebidas adecuadas son el agua y el té sin azúcar, así como los zumos de verduras y frutas muy diluidos.
4. La diversidad importa
Cuando hablamos de nutrición, una rutina predecible probablemente no beneficie a una microbiota intestinal sana. Comer una dieta variada y diversa de alimentos sanos ayuda a una microbiota intestinal estable. Utiliza hierbas aromáticas y especias para dar sabor a tus platos: añaden variedad y estimulan la digestión.
5. Practica la alimentación consciente
La alimentación consciente, que significa comer despacio y disfrutar de la comida sin distracciones, es un método eficaz para controlar el peso y puede mejorar la digestión. En el masticado de los alimentos, saborea su textura y sabor y no te dejes llevar por las prisas. Aunque se ahorra tiempo al comer de camino al trabajo o durante una reunión, no es una costumbre sana.
6. ¿Picar algo o darse un festín?
Si eres una persona propensa a problemas digestivos, querrás evitar las comidas pesadas y las porciones generosas: opta por comidas más pequeñas y con más frecuencia. Las raciones más modestas y los intervalos más cortos entre comidas podrían ser más fáciles de digerir para tu tracto digestivo, y este enfoque podría evitar molestias como la hinchazón, el dolor y las náuseas.
7. Mejor evita
Alimentos muy procesados, colorantes artificiales, alcohol y tabaco pueden perturbar tu microbiota intestinal y se deben evitar en la medida de lo posible.
Un abdomen hinchado puede ser bastante incómodo e incluso doloroso. Averigua cómo se desarrolla la hinchazón y qué puedes hacer al respecto.
El equilibrio adecuado de nuestra microbiota intestinal es vital para nuestra salud digestiva.
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